Luz sin gravedad
Tenia que salir de allí, tenia que huir, ¿Como mi vida había terminado en eso? Tenía una vida perfecta, o eso creía, todos en los que confié me traicionaron. Bueno, todos menos ella, pero ya no importaba, no podía volver el tiempo atrás, ya no podía salvarla.
Sigo corriendo lo más rápido que mis pies me permiten, siento como duelen mis talones y mis piernas por las ramas con las que voy chocando a medida que voy avanzando por la espesura de este bosque, pero ya no me importa, ya no siento nada, y nunca volveré a sentir algo.
Me detengo un segundo y me doy cuenta de algo muy importante, estoy en pleno bosque, sola, con unos shorts por los cuales mis piernas tenían múltiples heridas, pero, ¿Podía ser cierto? ¿Yo estaba viviendo eso? Todo estaba negro, no veía absolutamente nada, el miedo me embargo, a mí, a la chica que no le temía a nada.
En ese momento me puse a pensar en todo lo que había pasado... Un golpe, un ruido seco, un disparo, una mirada ajena a mí y luego... Oigo el ruido de un búho y continuo corriendo.
"Sola recordando mientras los segundos van pasando, no sé como te podré olvidar."
-Te extraño- fue lo único que pude decir mientras una solitaria lagrima resbalaba por mi pálida mejilla.
De repente, fue todo tan deprisa, cuando comíamos sentí algo extraño, pero lo evite, vi tus ojos marrones brillando con esa felicidad que te caracterizaba y riendo tan lucido, a ella con sus ojos tristes con ese brillo especial y esa sonrisa tan enigmática, creo que me paresco a ella, y luego... Solo quiero recordar lo que vi en la ventana antes de irme, aun así no me importo, no me importo que estuviera lloviendo, la lluvia corriendo por mi rostro, mezclado con el sabor amargo de mis lagrimas, era una imagen muy extraña.
"Cae la lluvia en mi ventana, dibujando tu mirada, un instante es una eternidad"
Me detuve un segundo y me acosté en el pasto que descansaba debajo de mí, no me importaba que estuviera frío, era un lugar para descansar. Para dormir, para olvidarme de mis problemas.
Vi el bosque, arboles verde oscuro, muchos, búhos y toda clase de animales, podía escucharlos.
Y aunque me sintiera así, no puedo dejarme morir en la soledad, debo afrontar la adversidad y dejarte ir, dejarlos ir. La vida continua aunque tu no lo quieras, y no puedo quedarme aquí, mañana me levantare y volveré al distrito para buscar trabajo. A mi hogar, al distrito dos.
